Permítaseme, por una vez ser autobiográfica. Hoy encontré una bolsa en la que mi hija Mercedes había archivado todas sus muñecas. En desorden, como invitadas a un te canasta interminable estaban las Barbies, las My scene, figuras gráciles de cabelleras rubias, y peponas ataviadas con cofias de época. a los ocho años, sin decirle nada a nadie, Mercedes decidió embolsar su infancia. El lugar que ocupaban sus muñecas en el estante hoy está ocupado por libros, su mp3 bien provisto y un cd de la película Jump In. Hoy me siento un poco más vieja...
30.6.08
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