6.3.08

Hechos bolsa


Uno de los blogs de Clarín Plaza pública recogio un tema en el que venía pensando hace unos días: el de las cientos de miles de bolsas de basura que se usan diariamente en Buenos Aires y uno ve en las calles, los cestos y los desagües.
Hace poco más de un año fui a la Reserva ecológica de San isidro y me extrañó ver bolsas de supermercados Coto colgando de los árboles. Calculé que era una bizarra metodología publicitaria pero Willie Briant el guardaparques y alma pater de la reserva me explicó que llegaban al río desde los desagües pluviales de las calles los días de lluvia y quedaban colgadas d elos árboles cuando el río subía e inundaba las costas de la reserva.
Dice el blog:


Aunque sean prácticas, livianas y baratas, están fabricadas con polietileno o polipropileno, ambos derivados del petróleo, una fuente de energía no renovable y cada vez más cara. Así, además de colaborar al agotamiento de este recurso, potenciamos la enorme contaminación que origina su obtención, transporte y transformación en plástico.

Por otro lado, una vez descartadas o utilizadas para poner la basura, las bolsas tardan desde décadas hasta milenios en degradarse. Y si se las quema, generan emisiones de CO2, contribuyendo a agravar el cambio climático.

Mientras estás leyendo este post, el número de bolsas plásticas consumidas este año en el mundo aumenta segundo a segundo. Al momento de publicarlo, ya eran 89.711.725.445.


Este año visité Mundo Marino y me llamó la atención que empacaban los recuerdos en bolsas de plástico degradables. Aquí hay más información mientras pensamos en volver a usar bolsas de tela para ir al mercado como se impuso en varias naciones europeas.

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